Frente a tanta imponencia, es difícil concebir al Cañón del Atuel como lo que, a ciencia cierta; es, nada más ni nada menos, que una falla geológica. Es que toda esta galería de mil formas y colores únicos se fue formando espontáneamente con el correr del tiempo, como producto de la erosión del río homónimo en un inmenso bloque de tierra que se elevó con movimientos andinos en la Era Paleozoica.
La fuerza del agua y del viento fueron surcando durante aproximadamente 60 millones de años la gran meseta que asomaba hasta moldear este inmenso corredor rodeado de montañas.
El recorrido permite visitar las Centrales Hidroeléctricas sobre el Rio Atuel, hasta llegar al Dique El Nihuil, donde se practican actividades náuticas y pesca. También la hospitalaria ciudad de San Rafael, desde donde se inicia el regreso a Mendoza.